Es claro que cuando uno trabaja independientemente tiene que estimar cuánto cuesta su hora de trabajo para poder cobrar al cliente. Sin embargo, esto no es tan evidente cuando uno trabaja para una empresa.

Conocer cuánto le cuesta a la empresa tu hora de trabajo puede traerte una serie de ventajas tales como las siguientes:

• Mantener tu empleo por más tiempo. Si eres consciente de cuánto le cuestas a la organización, podrás estimar qué tan rentable está siendo tu trabajo. Mientras más valor les agregues, las probabilidades de que la empresa quiera mantenerte y mantener tú puesto será mucho mayor.

• Evitar procrastinar. Conocer el valor de tu hora te permitirá contabilizar esos tiempos desperdiciados en tardanzas, demoras innecesarias, atención a temas que no generan valor y otras formas de no hacer el trabajo eficientemente.

• Evitar obsesionarse con los detalles. Cuando puedes estar en la situación de decidir si seguir perfeccionando tu trabajo o entregarlo como está, conocer el costo de tu hora te permitirá decidir con mayor acierto cuándo parar.

• Delegar. Si el trabajo que estás haciendo vale menos que tu hora, es posible que sea tiempo de delegarlo a una persona de tu equipo que cuente con menor experiencia y cuya hora de trabajo sea menos costosa a la organización.

 Externalizar servicios en los cuales no eres competitivo. Si otra empresa o persona puede hacer lo mismo que tú a un menor costo, es probable que haya una gran oportunidad de ahorro externalizando ese trabajo.

• Mantener el foco. El tener claras aquellas actividades que generan mayor valor a la empresa te ayudará a priorizar y organizar tu tiempo en las actividades más relevantes.

• Generar mayor productividad y mejor desempeño. Al usar la mayor cantidad de tu tiempo en aquellas actividades que agregan mayor valor, aumentará la eficiencia y la eficacia de tu trabajo.

• Motivarte. El solo intento de tratar de hacer tu trabajo rentable te movilizará hacia la acción y resultados. Algunas personas dicen sentirse como empresarios en control de su propio negocio.

Al estimar el costo de tu hora recuerda considerar tanto tu salario anual, cargas sociales, vacaciones, beneficios, etc., como el costo del espacio que ocupas, equipos, electricidad, y todos los gastos que la empresa debe realizar por el hecho de que tú estés ahí. Finalmente, considera los días y horas efectivamente laborados.

Para algunos puestos puede no ser fácil estimar el valor de los resultados. En estos casos funciona preguntarse si el trabajo se puede externalizar y cuánto costaría, o quizás preguntar al gerente o supervisor. En otros casos puede ser mucho más directo, como cuando se trata de comisiones de venta.

Aun en el caso de que no puedas estimar el costo del resultado de tu trabajo, podrás experimentar que calcular el valor de tu hora sigue teniendo muchas de las ventajas mencionadas. De hecho, es inmensamente mejor hacerlo y tomar consciencia de nuestro costo para la empresa que andar ciegos.

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Soy Iris Reyna, Psicóloga Especialista en Efectividad Laboral.

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